Pascual Santos López

Los hermanos Tornero Escribano eran cinco: Eulalio, José María, Amelia, Ángel y Jesús. Por el certificado de nacimiento de Eulalio, nacido en Blanca el 6 de marzo de 1903, sabemos que sus padres fueron: Domingo Tornero Gómez y Pilar Escribano Cano. Sus abuelos paternos: Jesús Tornero Gómez e Isabel Gómez Gómez, ambos naturales de Abarán y los maternos: Francisco Escribano Núñez y María de los Ángeles Cano Molina, naturales de Blanca. Cuando nació su segundo hijo, José María, el 22 de septiembre de 1907, la familia ya estaba en Abarán.
Las medidas proteccionistas de los años cuarenta incentivaron la apertura y ampliación de numerosas fábricas de manufacturas de esparto. Según nos cuenta Domingo, hijo de José María, su padre y su tío Eulalio ya se dedicaban al picado del esparto antes de la guerra. Comenzaron en una nave que tenía su padre y que partieron para instalar cada uno su fábrica. Eulalio aparecía como patrono de picadoras de esparto en una noticia fechada el 1 de junio de 1932 y José María compraba esparto en Hellín antes de la guerra. Ángel, más conocido en Abarán por Carmelo, también dirigiría su propia fábrica de esparto. De hecho, el apodo que tenían los hermanos era José María y Carmelo “de los mazos”.

En el periódico Línea del 23 de septiembre de 1941 los hermanos Tornero anunciaban sus fábricas de esparto. José María “Esparto majado para lías de todas clases de hilados (Puente)” y Eulalio sólo se anunciaba como fábrica de majar esparto, pero al año siguiente ya explicaba que producía “esparto majado para yuteras, usos agrícolas y toda clase de hilados”, añadiendo el nombre de su empresa: Nuestra Señora del Pilar. Para la Feria y Fiestas de 1945 José María añadía al anuncio de su fábrica de majar esparto, los hilados y trenzados de esta fibra y la dirección D. Gómez, 19. El 18 de noviembre de 1946 Eulalio registraba, en la Oficina Española de Patentes y Marcas de Madrid, su marca de fábrica. Una “E” mayúscula en color rojo para distinguir sus manufacturas y picado de esparto.

Justo después de la guerra José María sería alcalde de Abarán. Su mandato se inicia el 28 de marzo de 1939, con una situación muy difícil de falta de abastecimiento y otros problemas humanos derivados de la contienda civil. Seguramente las necesidades de consumo de la villa le darían la idea de nuevos negocios, ya que a finales de la década de los cuarenta los emprendedores hermanos Tornero deciden instalar una fábrica de hielo y una cámara frigorífica cerca del mercado para dar servicio a los comerciantes de Abarán. En mayo de 1950 existe petición en la Delegación de Industria de Murcia por Eulalio Tornero para instalar dicha factoría de hielo en Abarán con una producción aproximada de 2.000 kilogramos en 24 horas y justo al mes siguiente otra petición del mismo para instalar la línea eléctrica de 32 metros de longitud a 4.500 voltios y un centro de transformación de 10 KVA que daría servicio a la industria citada.

Eulalio murió joven y la fábrica de hielo quedaría a cargo de su hermano y socio José María. Su hijo Domingo nos cuenta cómo ayudaba a su padre y cómo abastecían asiduamente al ferrocarril las barras de hielo, que metían entre paja de arroz para que sirviera de aislante. También fabricaban polos y Domingo y sus hermanos ayudaban en el envasado, aunque su padre decía que no le salía rentable, pues comían más que producían. Además, servían a domicilio y sobre todo a los bares para refrigerar los serpentines de cerveza, que dicho de muchos mayores le daba la temperatura perfecta a la bebida. Yo recuerdo de niño que me gustaba ver cómo los repartidores manipulaban y partían las barras de hielo que llevaban envueltas entre sacos de yute y vendían para las neveras que teníamos en casa. En junio de 1953 encontramos otra petición de nueva industria en Abarán a nombre de los dos hermanos: José María y Eulalio, para instalar la cámara frigorífica que hemos comentado, cuyo objeto sería la conservación de alimentos en general, con una entrada diaria de 300 a 400 kilogramos y una capacidad de almacenamiento de 3.000 a 4.000 kilogramos de producto. El capital total invertido sería de 55.000 pesetas.

Las peligrosas e insalubres condiciones de trabajo exigidas por las bandas de mazos de picar esparto y posibles mejoras en la producción y eficiencia obligaron a los empresarios a realizar innovaciones tecnológicas en la maquinaria de majar esparto. A mediados de los años cincuenta comenzarían a imponerse las máquinas de rodillos. De hecho, el Estado en 1959 prohibía totalmente el trabajo de picar esparto con mazos. Por supuesto, los hermanos Tornero estaban bien atentos a esas innovaciones, por eso su primo, Luis Tornero Templado, ingeniero industrial afincado en Almería y prolijo inventor, visitaba mucho a José María y diseñó una máquina de rodillos de majar esparto que probaron y desarrollaron en la factoría de José María. En 1956 Luis Tornero registra su nueva patente con el título: “Una máquina para el tratamiento de plantas textiles para usos industriales”. Pero el empresario no estaba contento con su rendimiento y se decidió por adquirir una majadora de rodillos verticales que fabricaba el constructor de maquinaria lorquino Juan Mouliaa Parra.

Como hemos dicho, Ángel (Carmelo) Tornero Escribano regentaría su propia fábrica de hilados y trenzados de esparto, llegando también a ser como su hermano alcalde de Abarán en 1951. Ángel se casó con Gloria Gómez Pascual, hija del también industrial del esparto y de frutas Clemente Gómez Ortiz y formó una Sociedad Regular Colectiva con su suegro y su cuñada María. La sociedad recibió el nombre de: “Ángel Tornero Escribano y Compañía, SRC, Sucesores de Clemente Gómez Ortiz” y comenzó sus operaciones el 11 de octubre de 1955. El capital social era de 300.000 pesetas y el domicilio estaba en la calle Capitán Cortés, 6 de Abarán, siendo el objeto de la sociedad la compraventa de espartos, machacado e industrialización de dicha fibra y otras, inclusive la importación de cualquier fibra exótica. Además, la compraventa, exportación e industrialización de frutos frescos y secos del país, incluyendo otras operaciones auxiliares como el transporte y la confección de envases.

En 1961 Ángel Tornero patentaría una máquina de majar esparto mediante rodillos, similar a la de su primo Luis. La patente se titulaba: “Nueva máquina para el tratamiento de plantas textiles que se destinan a usos industriales”. Tenía husillos de apriete para los muelles tensores y cojinetes con guías que permitían bascular a los rodillos cuando pasaba el esparto entre ellos. El objeto de esta máquina, como otras similares, era eliminar la parte leñosa de la planta sin dañar su fibra útil, como bien explicaba su inventor en la memoria de la patente. No sabemos qué rendimiento tuvo esta máquina pero seguro que haría su papel en el trabajo del industrial.
La década de los sesenta sería ya el final de muchos negocios de esparto, aunque sabemos que en el 73 Ángel todavía seguía trabajando por el periódico Línea del 26 de mayo de 1973, que anunciaba el incendio en la fábrica de espartos de Cieza, propiedad de Ángel Tornero, situada en el paraje de Bolvax. Según nos cuenta su sobrino Domingo allí tenía una balsa de macerar esparto y algunos almacenes. No dice nada la noticia sobre los daños materiales que tuvieron lugar. Hombres inteligentes y esforzados empresarios los hermanos Tornero Escribano contribuyeron con sus industrias, junto a otros muchos, al desarrollo comercial e industrial de Abarán.
Artículo publicado por Pascual Santos López en la revista de Feria y Fiestas de Abarán, 2019.